El proyecto de vida es un plan estratégico por el cual una persona se propone metas y objetivos concretos que quiera alcanzar o lograr considerando los gustos personales, las cualidades, valores, capacidades y límites que pueda tener, y se puede establecer en un periodo corto, mediano o de largo plazo, según sea el caso. Igualmente, este modula la identidad biopsicosocial en las perspectivas de su dinámica temporal y posibilidades de desarrollar el futuro de la persona. Asimismo, un proyecto de vida es importante porque se describen todos aquellos planes que se quieren cumplir, teniendo en cuenta los distintos ámbitos de la vida e implica un acto de consciencia, valentía, entrega, madurez y de toma de decisiones y permite identificar o generar los recursos o medios para el cumplimiento de esos objetivos o metas que se tengan pensado hacer.
A todo esto, existen diversos tipos de proyectos de vida como los abiertos que permiten la integración y cambio a los planes propuestos, los cerrados que rechaza cualquier modificación en sus metas u objetivos, los complejos que abarcan muchos aspectos de la vida de la persona, los simples que son más específicos y puntuales, los coherente que llevan una secuencia específica, los incoherente que no tienen pautas determinadas, los auténticos son los que se desarrollan con las alternativas reales que le ofrece la situación, los inauténticos son más idealistas y no se apegan a la situaciones de la realidad, los comprometidos se apega a lo que la persona quiere lograr, los platónicos son aquellos planes a futuros que son ficticios, los independientes o dependientes se refiere a la capacidad de las personas para elaborar un proyecto propio o recibirlo de los demás, entre otros.
Referencias
Mendoza, Y. (2016). “Comunicación, Asertividad, Proyecto de Vida y Resiliencia”. Lara: UPEL-IPB
¿Te pareció interesante? Comparte y déjanos tus comentarios.