Desarrollo de la sexualidad

En la vida cotidiana tienden a confundir las definiciones de sexo y el género, puesto que para muchos el sexo es el acto sexual y el género es el ser hombre o mujer; pero, en realidad el Sexo se refiere a todas aquellas características biológicas que son comunes a todas las sociedades y culturas, por ende este término está asociado a la parte anatomía de la persona la cual sirve para diferenciar si es masculino o femenino; en cambio, el Género tiene que ver con los rasgos que han ido moldeándose a lo largo de la historia de las relaciones sociales, es decir, el estado de ser varón o mujer. Se puede decir, que el sexo es la parte biológica y el género la parte psicológica de la persona, sin embargo, en muchas ocasiones el género no va relacionado con el sexo, puesto que, hay personas de sexo masculino o femenino que su género tiende hacer diferente, que quiere decir esto, que la persona actué como el sexo opuesto porque se identifica más psicológicamente con ese que con él que nació.

Cabe resaltar, que el género puede comprender cuatro elementos interrelacionados que contemplan la dimensión simbólica, la dimensión social y la dimensión individual: 1) los símbolos y mitos culturalmente disponibles que evocan representaciones múltiples, 2) los conceptos normativos que manifiestan las representaciones de los significados de los símbolos y que se expresan en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y políticas, que afirman categórica y unívocamente el significado de varón y mujer, masculino y femenino, 3) las instituciones y organizaciones sociales de las relaciones de género: el sistema de parentesco, la familia, el mercado de trabajo segregado por sexos, las instituciones educativas, la política y 4) la identidad subjetiva de género.

 

Por otro lado, la Sexualidad tiene que ver con el apetito sexual de la persona en el cual abarca la relación sexual, el erotismo y el placer; además, en ella se conjugan las condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas del individuo. Asimismo, la Función Sexual no es nada más que el acto sexual, donde hay una sinergia en el organismo, dado que, este entra en un estado de armonía biopsicosocial y ecológica, en relación a esto, la función sexual abarca los mecanismos cardiovasculares, hormonales, neurológicos, inmunológicos, respiratorios, entre otros que permiten aquella comunicación emocional, espiritual y física entre las personas.

No obstante, la Genitalidad se centra al aspecto corporal de la sexualidad, es decir, al aspecto anatómico fisiológico de los órganos genitales o reproductores de la persona. En este sentido, existen dos sistemas reproductores uno es el Sistema Reproductor Femenino que se lo divide de acuerdo con la ubicación de sus órganos. Éstos son externos (que desempeñan una función importante durante el acto sexual y el coito) e internos (que se alojan en la pelvis y están relacionados con la fecundación y la gestación). Por lo tanto, este sistema está organizado para la reproducción de óvulos por los ovarios, y para acomodar y nutrir en el útero al feto en crecimiento durante nueve meses, hasta el parto.

 

Siguiendo con este orden de ideas, el Sistema Reproductor Masculino al igual que el sistema reproductor femenino, también posee una división de órganos, los externos (que desempeñan una función importante durante el acto sexual y el coito) e internos (que se alojan en la pelvis y están relacionados con la formación de semen y espermatozoides). Desde el punto de vista fisiológico, el sistema genital de los varones sirve para el coito, la reproducción y la producción de hormonas; es de acotar, que este sistema comparte algunas estructuras con el sistema excretor, y cumple la función de eliminar la orina. En relación a lo mencionado, ambos sistemas tienen órganos tantos externos como internos y cada uno de ellos cumple una función específica. Para más información sobre las diferentes estructuras que conforman los aparatos reproductores visita Biopsicosalud.

En otro orden de ideas, la Fisiología de los Aparatos Reproductores se centra en la formación de gametos, en este sentido, los gametos masculinos o espermatozoides se producen en los tubos seminíferos situados en los testículos; este proceso se denomina espermatogénesis, donde a partir de una célula germinal denominada espermatogonia, se producen cuatro espermatozoides, en un proceso de división meiótica. Por tanto, los espermatozoides son células haploides, es decir, tienen 23 cromosomas, la mitad que la célula de la que se originan. En cambio, el proceso de producción de gametos femeninos, u óvulos, se denomina ovogénesis y tiene lugar en el interior de los ovarios; asimismo, este es un proceso que comienza en la etapa embrionaria y se detiene tras el parto. No obstante, cuando se reanuda, en la pubertad, continúa solo durante la vida fértil de la mujer; por lo tanto, el resultado de la ovogénesis es la formación de óvulos a partir de unas células germinales precursoras, denominadas ovogonias, en un proceso de división meiótica. De cada ovogonia solo se obtiene un óvulo haploide, es decir, con 23 cromosomas, la mitad que la célula de la que se origina.

Por otro lado, las Zonas Erógenas son todas aquellas áreas del cuerpo que son particularmente sensibles a la estimulación sexual, en este sentido, las zonas erógenas de las personas son los genitales, los senos, los labios, el cuello, los muslos, la espalda, las orejas, el estómago, entre otros; es de resaltar, que las zonas erógenas de una persona pueden ser muy diferentes de las de otra, por lo tanto es imposible dar una lista de zonas erógenas seguras, es por ello que la mejor manera de conocerlas es por medio de la comunicación con la pareja, ya sea de manera verbal o no verbal.

No obstante, en cuanto a las Técnicas de Excitación Sexual son aquellas que ayudan a experimentar las manifestaciones físicas de la excitación, necesarias para alcanzar la satisfacción sexual, por lo que, se usan trucos para acelerar o aumentar el placer de la persona, y para ello se pueden utilizar diversas técnicas como: la forma de besar, las caricias, ropas provocativas, masajes, juguetes eróticos o con el simple contacto de la piel, pueden despertar el deseo sexual de una persona, aunado a ello se puede usar los diferentes sentidos como visión, audición, gusto, olor y tacto para así crear una sinergia de técnicas durante la excitación sexual. Por otra parte, el Ciclo de Respuesta Sexual se enmarca en las formas en que el cuerpo reacciona ante algún estimulo el cual genera placer y puede ocurrir tanto despierto como dormido, cabe mencionar, que este ciclo se desarrolla en 5 fases.

 

Para finalizar, la etapa sexual del preescolar los niños toman interés por autoexplorarse y conocer su cuerpo y el de otras personas; en los adolescentes, hay cambios físicos y psicológicos, en los cuales empiezan a crecer los senos, el pene, sale vello corporal, producción de gametos, deseos sexuales, entre otros; en la adultez los genitales están desarrollados completamente y listo para la procreación, ésta etapa de vida del ser humano se caracteriza por tener experiencias nuevas pero más conscientes y con mayor grado de madurez en las decisiones que se toman.

 

Referencias

Cardelús, R., Galindo, C., García, A., Heredia, M. y Romo C. (s/f). “Anatomofisiologia  Patología Básicas”. Madrid, España: MacMillan Iberia, S.A.
Cuenca, A. (s/f). “Anatomía y Fisiología del Cuerpo Humano”. Buenos Aires, Argentina: Cultural Librera Americana S.A.
Hyde, J. y DeLamater, J. (2006). “Sexualidad Humana”. México: McGraw-Hill
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