Digestión mecánica

Tortora y Derrickson (2013) la describen así:
Los dientes cortan y trituran los alimentos antes de la deglución, y luego el músculo liso del estómago y el intestino delgado se encarga de mezclarlos. De esta manera, las moléculas se disuelven y se mezclan completamente con las enzimas digestivas.
Por otro lado, Harwood y Wilkin (2016) dicen que:
Grandes trozos de alimentos son descompuestos en pedazos más pequeños. La digestión mecánica comienza en la boca e involucra procesos físicos, como la masticación. Este proceso continúa en el estómago a medida que el alimento se mezcla con los jugos digestivos.
No obstante, Aguilera y otros (2006) la definen de la siguiente manera:
Se lleva a cabo en la boca y consiste en la masticación, que rompe los alimentos en fragmentos para facilitar la digestión química. En el resto del tubo digestivo se producen diversos movimientos peristálticos, que serán los responsables de hacer avanzar el alimento por el tubo y mezclarlo entre sí.
En este orden de ideas, la digestión mecánica es un proceso físico que comienza en la boca con la masticación, y continua por todo el tubo digestivo gracias a los músculos lisos que producen los movimientos peristálticos. Su función es degradar y mezclar los alimentos en todo el tracto gastrointestinal para que se produzca con mayor facilidad la digestión química. En este sentido, se explicará a continuación detalladamente como es este proceso en cada sección del TG:

 

En la boca es el resultado de la masticación, mediante la cual los alimentos son manipulados por la lengua, triturados por los dientes y mezclados con la saliva; esto los reduce a una masa blanda, flexible y fácil de deglutir llamada bolo, el cual pasa al esófago y se produce una peristalsis para el transportarlo desde la laringofaringe hasta el estómago.

 

Después, que los alimentos entran en el estómago, se producen cada 15 o 25 segundos movimientos peristálticos suaves llamados ondas de mezcla, las cuales maceran los alimentos, los mezclan con las secreciones de las glándulas gástricas y los reducen a un líquido, el quimo. No obstante, algunas ondas de mezcla se observan en el fundus, que tiene funciones de depósito. Por otra parte, mientras que continúa la digestión, ondas de mezcla más vigorosas comienzan en el cuerpo del estómago y se intensifican a medida que llegan al píloro, el esfínter pilórico normalmente se mantiene parcialmente cerrado, pero cuando los alimentos llegan al píloro, cada onda expulsa periódicamente 3 mL de quimo hacia el duodeno a través de él, fenómeno conocido como vaciamiento gástrico. La mayor parte del quimo vuelve hacia el cuerpo del estómago, donde las ondas de mezcla continúan, las ondas siguientes impulsan el quimo otra vez hacia adelante y un poco más hacia el duodeno. Asimismo, estos movimientos hacia adelante y hacia atrás del contenido gástrico son los responsables de la mezcla en el estómago.

 

Posteriormente, en el intestino delgado hay dos tipos de movimiento que son segmentación y un tipo de peristalsis, el complejo motor migrante, donde están regulados por el plexo mientérico. Las segmentaciones consisten en contracciones localizadas de mezcla, que tienen lugar en las porciones del intestino distendidas por el gran volumen del quimo; en este orden de ideas, los movimientos segméntales mezcla el quimo con los jugos intestinales y atrae las partículas de alimento para ponerlas en contacto con la mucosa para su absorción posterior; cabe destacar, que este no impulsa el contenido intestinal a lo largo del tubo digestivo.

 

Por otro lado, la segmentación comienza con la contracción de las fibras musculares circulares de una porción del intestino delgado, acción que comprime el intestino en segmentos. Luego, se contraen las fibras musculares que rodean la mitad de cada segmento y lo dividen nuevamente; las fibras contraídas se relajan, y cada pequeño segmento se une con el siguiente y forman uno más largo. A medida que se repite esta secuencia, el quimo se desplaza hacia delante y hacia atrás. Es de señalar, que la segmentación es más rápida en el duodeno, alrededor de 12 veces por minuto, y disminuye progresivamente a alrededor de 8 veces por minuto en el íleon.

 

Después de la absorción de la mayor parte de los alimentos, lo que reduce la distensión de la pared del intestino delgado, la segmentación cesa y comienza la peristalsis denominada complejo motor migrante (CMM), la cual, comienza en la porción inferior del estómago y lleva el quimo hacia adelante, a lo largo del corto tramo de intestino delgado hasta su expulsión. Además, el CMM migra lentamente por el intestino delgado y llega al final del íleon, luego de 90-120 minutos otro CMM comienza en el estómago. En conjunto, el quimo permanece en el intestino delgado entre 3 y 5 horas.

 

Seguidamente, el paso del quimo del íleon al ciego está regulado por la acción del esfínter ileocecal, donde en condiciones normales la válvula está parcialmente cerrada, de manera que el quimo transita hacia el ciego lentamente. Después de una comida, un reflejo gastroileal intensifica la peristalsis en el íleon y propulsa el quimo hacia el ciego. Es de acotar, que la hormona gastrina también relaja el esfínter. Consecutivamente, cuando el ciego está distendido, el grado de contracción del esfínter ileocecal aumenta y los movimientos del colon comienzan cuando las sustancias atraviesan la válvula ileocecal. Se puede señalar que, como el quimo se mueve a través del intestino delgado con una velocidad constante, el tiempo requerido para que el alimento llegue al colon está determinado por el tiempo de vaciamiento gástrico, por lo que, a medida que los alimentos pasan por la válvula ileocecal, ocupan el ciego y se acumulan en el colon ascendente.

 

En este sentido, un movimiento característico del intestino grueso es la propulsión haustral, en este proceso, las haustras relajadas se distienden a medida que se llenan, y cuando la distensión alcanza cierto grado, las paredes se contraen e impulsan el contenido hacia el haustra próxima. También se produce peristaltismo, aunque con un ritmo menor de 3 a 12 contracciones por minuto, que en las porciones más proximales del tracto, por último, un tipo de movimiento final es el peristaltismo en masa, donde una fuerte onda peristáltica que comienza en la parte media del colon transverso, expulsa rápidamente el contenido del intestino hacia el recto. Puesto que, los alimentos en el estómago inician estos reflejos gastrocólicos en el colon, el peristaltismo en masa tiene lugar tres o cuatro veces por día, durante una ingesta o inmediatamente después.

 

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Referencia

Aguilera, L. y otros. (2006). La enciclopedia del estudiante: tomo I: Ciencias de la Vida. 1a ed. Buenos Aires: Ediciones Santillana S.A.
Tortora, G. y Derrickson, B. (2006). Principios de Anatomía y Fisiología 13ª Edición. México: Editorial Médica Panamericana, S.A. de C.V.
Harwood, J. y Wilkin, D. (2016). Sistema Digestivo Humano.
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