Iván Pavlov

Los experimentos de Pavlov demostraron la existencia de reflejos condicionados y no condicionados en los perros, y tuvieron gran influencia en el desarrollo de teorías psicológicas conductistas, fisiológicamente orientadas, durante los primeros años del siglo XX. Este condicionamiento clásico, se enfoca en el aprendizaje de respuestas emocionales o psicológicas involuntarias que en ocasiones son llamados respondientes porque son respuestas automáticas o estímulos.

 

A través del proceso del condicionamiento clásico es posible capacitar a los animales y a seres humanos para reaccionar de manera involuntaria a un estímulo que antes no tenía ningún efecto, es decir, que el estímulo llega a producir o generar la respuesta en forma automática.

 

Por lo tanto, como el aprendizaje es una forma de modificación de la conducta, los procedimientos de modificación de conducta desarrollado por los conductistas han probado ser de gran utilidad para muchos maestros y escuelas durante las últimas generaciones. Aunque en desacuerdo con gran parte de la influencia del conductismo en la educación, por la forma de ver a los estudiantes como individuos vacíos que adquieren conductas y que las que no son deseadas pueden ser remplazadas o eliminadas, hay que admitir la gran influencia del conductismo en la educación tradicional.

 

En relación con el aprendizaje, dichas teorías tienen en cuenta el proceso implicado en la adquisición de los conocimientos y las interacciones que se producen entre los diferentes elementos del entorno. El conductismo y Pavlov alentó en el sistema escolar el uso de procedimientos destinados a manipular las conductas.

 

Es por ello, que la información y los datos organizados de determinada manera eran los estímulos básicos frente a los que los estudiantes, como simples receptores, el cual, debían hacer elecciones y asociaciones dentro de un margen estrecho de posibles respuestas correctas que, de ser ejecutadas, recibían el correspondiente refuerzo. Aunque el principio del refuerzo no siempre implicaba el uso del estímulo, la consecuencia de esto en las prácticas escolares son: motivación ajena al estudiante, repetición y memorización, predominio del método ensayo–error, enseñanza y evaluaciones sometidas al premio castigo y dependencia del estudiante.

 

Por último, la relación educador y educando, eran sumamente pobres, pues no se concibe que los estudiantes tengan iniciativas intelectuales. Por el contrario, proporcionó los recursos técnicos y operativos para que el rol tradicional del proceso educativo se fortaleciera gracias a una planificación educativa sumamente sofisticada. Pero los psicólogos contemporáneos han perfeccionado y modificado posteriormente las teorías.

 

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