El enfoque de Lawrence Kohlberg es cognitivo-evolutivo, porque su investigación parte de las aportaciones de Piaget al estudio de la moral por parte de la psicología. Supo aprovechar las intuiciones fundamentales del ginebrino, aportando su propia reflexión e intentando superar las limitaciones de la teoría piagetiana, superación que ya se hace patente en su tesis doctoral, cuyo sólo título es muy revelador: «El desarrollo de la autonomía moral entre los 10 y los 16 años».
Por otro lado, el enfoque cognitivo-evolutivo fue formulado por primera vez por John Dewey, sin embargo, su promotor fue J. Piaget, y es a Kohlberg a quien se debe la expresión más madura de la teoría del desarrollo moral. Dicho enfoque recibe el nombre de cognitivo porque reconoce que la educación moral, así como la intelectual, tiene sus bases en la estimulación del pensamiento activo acerca de cuestiones y decisiones morales. En segundo lugar, se llama evolutivo porque concibe los fines de la educación como un proceso a través de estadios morales. En tercer lugar, este enfoque descansa sobre los siguientes supuestos:
1) El desarrollo básico del sujeto incluye transformaciones en la estructura cognitiva. Tales transformaciones deben ser explicadas ya sea por parámetros de totalidades organizativas o sistemas de relaciones internas, no por los parámetros de aprendizaje asociacionista (refuerzo, repetición, entre otros).
2) El desarrollo de la estructura cognitiva es fruto de procesos de interacción entre la estructura del organismo y la estructura del entorno.
3) En el desarrollo moral, el sujeto no se limita a interiorizar las reglas sociales, sino que construye nuevas estructuras a partir de su interacción social más que a través de la interiorización de las reglas que existen como estructuras externas; los estadios morales no se definen por reglas interiorizadas, sino por estructuras de interacción entre yo y el otro.
Kohlberg, desde la investigación que sirvió de base a su tesis doctoral (iniciada en 1955 con unos cincuenta varones de diez a diecisiete años), está convencido de que el desarrollo de la autonomía moral no termina de alcanzarse en las edades señaladas por Piaget, sino que experimenta importantes cambios durante la adolescencia. Sus investigaciones posteriores le hicieron ir aún más allá: la autonomía moral sólo es posible de modo pleno en la edad adulta.
Por lo tanto, las estructuras cognitivas son estructuras de acción y su dirección es hacia un equilibrio mayor en esta interacción organismo-entorno. Además, el desarrollo “cognitivo” y el desarrollo “moral” son paralelos. Asimismo, la motivación básica para la moralidad es una motivación generalizada por la competencia, autoestima o la autocomprensión, más que por el encuentro de necesidades biológicas.
Por otra parte, los aspectos más importantes del desarrollo moral son universales, porque todas las culturas tienen unos orígenes comunes de interacción social, de toma de rol y de conflicto social que requieren una integración moral. Es por eso, que a partir de las teorías de Piaget y de Dewey, Kohlberg realizó una serie de investigaciones, utilizando el método de respuestas a preguntas, para así determinar en qué nivel de desarrollo moral se encuentra el individuo.
Para terminar, Kohlberg es un gran impulsor de la educación moral del relieve mundial, y está situado dentro de la corriente piagetiana, privilegia el papel del juicio en el desarrollo moral. Por lo que, sus estudios y trabajos están dedicados expresamente al estudio del desarrollo moral, y basándose en su teoría propone un sistema de educación ética.
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